domingo, septiembre 24, 2006

ETICA EMPRESARIAL Y RESPONSABILIDAD SOCIAL EMPRESARIAL


¿De que estamos hablando?

Resulta ridículo descubrir en los hechos como algunas empresas se esmeran por figurar en las listas de empresas responsables socialmente y, a su ves, mostrar ante la sociedad chilena, una imagen de transparencia ética.

Una de estas es la empresa CCU, perteneciente al grupo Luksic en sociedad con la holandesa Heineken, los mayores fabricantes de cerveza en Chile, con cerca del 90 % del mercado cervecero.

Esto se ve en la practica, constatación empírica que da cuenta de una empresa que en su interior existen acciones reñidas con la ética empresarial.

A tal nivel, que con mentiras, han tratado de justificar el despido de un excelente trabajador, tratando de tapar errores e ineficiencias de la jefatura, donde la gerencia industrial, no ha sabido enfrentar una situación que se prolonga en el tiempo, aceptando las mentiras de un sub gerente y un jefe de línea.

Cuando un trabajador falta a su contrato, y no actúa profesionalmente, es valida la desvinculación, porque no está cumpliendo con lo comprometido.

Distinto es el caso cuando el trabajador se le reconoce responsable, profesional, empático, que es sinérgico, involucrado en una visión moderna de lo que es el trabajo en equipo. Cuando se despide a un trabajador así, no se entiende, ahí hay una incoherencia.

Es el caso de Manuel González Rojas, despedido por una jefatura con antecedentes antisindicales y del mal trato a los trabajadores a cargo.

La dignidad humana esta por sobre cualquier empresas. Los derechos humanos están por sobre cualquier empresa. La constitución y las leyes están por sobre las normativas internas de cualquier empresa.

Si la gestión de la empresa se basa en la represión, el mal trato, el no respeto a su derechos humanos, es una empresa que la sociedad no puede permitir que exista.

Este es el caso de Cervecera CCU Chile, donde los mayoritarios accionistas son el grupo Luksic y la holandesa Heineken. Una empresa, que por la forma de tratar a los trabajadores, la sociedad chilena no debería permitir que exista. Y si grupos económicos dan espacio para que esto ocurra, tampoco debería permitírseles que operen en un país que quiere ser mas justo, igualitario y respetuoso de la dignidad y los derechos humanos.

Che Nano